¿Ha perdido el market estadounidense su brillo o simplemente su frescura?

Durante años, los markets estadounidenses han sido el ejemplo ideal de inversión global: elegantes, dominantes y en constante crecimiento. Pero de repente, el dinero está saliendo. Inversores en Europa y Asia están retirando miles de millones de fondos vinculados a Estados Unidos, y no es un lento goteo. Esto se parece más a una carrera hacia la salida.
¿Qué está pasando? ¿Es esta una señal de que el brillo económico de Estados Unidos comienza a desvanecerse, o simplemente estamos presenciando una reacción impulsiva a otro capítulo de fuegos artificiales políticos en Washington?
El regreso de Trump a la Casa Blanca y sus nuevos aranceles drásticos claramente han asustado al capital global. ¿Pero están los inversores sobrerreaccionando o finalmente replanteando su amor de una década por los markets estadounidenses?
Inversores que abandonan los markets estadounidenses: ¿Cambio de humor o algo más profundo?
Entre diciembre y abril, los fondos globales de acciones excluyendo a Estados Unidos recibieron entradas llamativas de 2.5 mil millones de dólares.

Esto no es solo una recuperación, es una reversión récord tras tres años de salidas constantes. Y notablemente, la mayor parte de ese dinero llegó solo en los últimos tres meses. Parece que para los inversores algo se rompió.
¿Qué lo desencadenó?
Los aranceles de Trump no solo fueron audaces: fueron inesperados, contundentes y rápidos. Los markets odian las sorpresas, y esta levantó cejas tanto en las salas de juntas como en los pisos de negociación. El miedo no es solo por el comercio global tensionado; es que Estados Unidos, antes un centro estable del universo de inversión, empieza a parecer políticamente impredecible. Esa imprevisibilidad pone nervioso al capital, pero no fingamos que esto es solo por política.
Reasignación global de inversiones: ¿Enfriamiento del market estadounidense atrasado?
Durante gran parte de la última década, los inversores han invertido masivamente en Estados Unidos, ¿y por qué no iban a hacerlo? El S&P 500 superó a casi todos los índices principales, impulsado por gigantes tecnológicos y una carrera alcista aparentemente interminable. Para 2024, muchas carteras globales estaban fuertemente sobreponderadas en EE.UU., a veces sin quererlo.

Fondos que rastrean índices como el MSCI World hacían el trabajo pesado, y con EE.UU. representando más del 70% de ellos, la diversificación era más una ilusión que una realidad.
En ese contexto, este cambio reciente podría no ser pánico. Podría simplemente estar atrasado.
Después de todo, si su cartera está saturada de acciones estadounidenses, particularmente nombres tecnológicos de alto vuelo como Tesla y Nvidia, y esos nombres están tambaleándose, cierto reajuste es sensato. Sume las tensiones comerciales, los cambios políticos abruptos y las valoraciones elevadas, y no es de sorprender que los inversores estén comenzando a mirar hacia otros lados. Europa, Asia y mercados emergentes vuelven a estar en el radar, no porque estén rindiendo mejor, sino porque no cargan con la misma carga negativa.
Mientras otros se retiran, algunos ven una oportunidad
Curiosamente, mientras muchos se dirigen a la salida, algunos, como la potencia europea de capital privado EQT, están apostando a favor. Su fundador, Conni Jonsson, ha sugerido que ahora podría ser el momento perfecto para expandirse en Estados Unidos, mientras otros están demasiado asustados para competir. ¿Contrario a la corriente? Absolutamente. Pero también es un recordatorio de que lo que algunos ven como una salida masiva, para otros puede parecer una caza de gangas.
El pensamiento de EQT es estratégico. Si otros se retiran, las valoraciones pueden caer, los objetivos de adquisición se vuelven más accesibles y una firma con visión a largo plazo puede fortalecer silenciosamente mientras el resto del market se preocupa. No es una apuesta a que Estados Unidos esté libre de problemas, para nada.
Es una apuesta a que la actual ola de miedo podría estar exagerada.
Entonces, ¿qué está pasando realmente?
Al final, esto no se trata de un colapso de Estados Unidos ni de un reordenamiento global a gran escala, al menos no todavía. Pero sí sugiere un punto de inflexión. Durante años, Estados Unidos fue la opción predeterminada para el capital. Ahora se está cuestionando, no abandonando, sino analizando como no se hacía desde hace mucho tiempo.
Si esto es un enfriamiento temporal o un cambio duradero depende de lo que suceda a continuación. Si las políticas de Trump siguen inquietando a los markets o si los inversores institucionales continúan reevaluando su exposición al riesgo estadounidense, podríamos estar viendo el inicio de una era de inversión global más equilibrada, no una salida de EE.UU., sino el fin de su dominio automático.
Entonces, ¿ha perdido el market estadounidense su brillo o simplemente su frescura?
Según los analistas, por ahora es más lo segundo. Pero si los nervios de los inversores se convierten en una reasignación a largo plazo, ese brillo podría tardar un poco más en recuperarse.
Perspectivas técnicas del S&P 500
Al momento de escribir, el S&P 500 ha experimentado un retroceso significativo. Se evidencia una tendencia bajista en el gráfico diario, aunque las barras de volumen muestran presiones casi equilibradas de venta y compra, lo que sugiere una posible consolidación del precio. Si el S&P 500 muestra un repunte, los precios podrían encontrar resistencia en los niveles de $5,980 y $6,144. Por otro lado, si el S&P 500 continúa cayendo, los precios podrían mantenerse en los niveles de soporte de $5,790 y $5,550.

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