Perspectivas del USD/JPY: ¿Puede el yen mantenerse firme en medio de la lucha de políticas en Japón?

Los informes indican que el yen japonés está luchando por mantener su estabilidad mientras las prioridades fiscales y monetarias de Japón divergen en direcciones opuestas. Un enorme plan de estímulo de ¥25 billones por parte de la primera ministra Sanae Takaichi ha reavivado las preocupaciones sobre la inflación y ha presionado a la moneda, mientras que la postura cautelosa del Banco de Japón respecto a las subidas de tasas ofrece poco apoyo. El resultado es un yen anclado cerca de un mínimo de nueve meses, con el par USD/JPY rondando los ¥155.
Muchos afirman que la lucha de políticas en Japón se está inclinando decididamente en contra del yen. A menos que el gobierno y el banco central encuentren un terreno común, los operadores podrían ver una mayor debilidad, especialmente si el dólar sigue respaldado por una Reserva Federal paciente pero firme.
Qué impulsa al USD/JPY
La debilidad del yen proviene de una creciente división de políticas dentro del liderazgo japonés. La administración de la primera ministra Takaichi ha revivido el estímulo al estilo Abenomics, priorizando la expansión fiscal para impulsar los salarios y la demanda de los consumidores.
Los legisladores han propuesto un presupuesto suplementario que supera los ¥25 billones, avivando las preocupaciones sobre el aumento de la emisión de deuda y llevando los rendimientos de los bonos gubernamentales japoneses a 40 años a máximos históricos.

Mientras tanto, el Banco de Japón (BoJ) está atrapado entre la presión política y la cautela macroeconómica. La inflación, actualmente en torno al 2,9%, se mantiene por encima del objetivo, pero la primera ministra insiste en mantener las tasas bajas hasta que el crecimiento salarial —y no los costos de alimentos o energía— impulse la estabilidad de precios.

El gobernador Kazuo Ueda ha insinuado un endurecimiento si la inflación persiste, pero el crecimiento desigual complica la situación: el PIB creció un 1,1% interanual, pero se contrajo un 0,4% trimestre a trimestre. Esta lucha de políticas ha dejado a los inversores inseguros sobre si las políticas de Japón están reactivando la economía o erosionando su moneda.
Por qué importa
Este conflicto interno está redefiniendo la forma en que los mercados globales ven al yen. Antes considerado un ancla de refugio seguro, ahora se comporta más como una moneda de riesgo, moviéndose junto con el sentimiento global en lugar de en contra. “Japón ha añadido un elemento tumultuoso: son un poco más salvajes, un poco más volátiles”, dijo Juan Perez de Monex USA. Esa volatilidad refleja una nueva realidad: la expansión fiscal es ahora la narrativa dominante en Japón, mientras que la prudencia monetaria pasa a un segundo plano.
Para los operadores, el riesgo es que la intervención verbal reemplace la acción real. La ministra de Finanzas Satsuki Katayama ha expresado su preocupación por la fuerte depreciación del yen, pero Tokio hasta ahora se ha abstenido de intervenir en el mercado. Es probable que la intervención solo ocurra si el USD/JPY supera decisivamente los ¥156, un nivel considerado más sensible políticamente que crítico económicamente por los analistas.
Impacto en los mercados
Según los informes, las consecuencias de la división fiscal-monetaria de Japón son evidentes en sus mercados de bonos y divisas. La curva de rendimientos se ha empinado considerablemente a medida que los inversores descuentan una mayor emisión de deuda, mientras que las tasas a corto plazo cercanas a cero mantienen la liquidez interna abundante. Este desequilibrio fomenta la salida de capitales, ya que los inversores buscan mayores rendimientos en el extranjero, lo que ejerce aún más presión bajista sobre el yen.
Al otro lado del Pacífico, la firmeza de la Reserva Federal ha reforzado la fortaleza del dólar. Funcionarios como Philip Jefferson y Christopher Waller continúan abogando por la paciencia respecto a los recortes de tasas, reduciendo la probabilidad de una reducción en diciembre a alrededor del 48%, desde el 60% la semana pasada (CME FedWatch).

Según los analistas, mientras persista esta brecha de tasas de interés, el dólar seguirá estando estructuralmente favorecido frente al yen, y cualquier repunte del yen probablemente será temporal.
Perspectiva de los expertos
Los analistas ven poco alivio para el yen en el corto plazo. Barclays recomienda mantener una posición larga en el dólar frente al yen, argumentando que la agenda expansiva de Takaichi suprimirá los rendimientos internos y mantendrá la presión bajista sobre la moneda. Aun así, una subida sostenida por encima de los ¥156 podría poner a prueba la determinación de Tokio y forzar una intervención coordinada.
El próximo evento clave es el informe retrasado de las Nóminas No Agrícolas de EE. UU., que se espera aporte nueva información sobre las condiciones del mercado laboral. Una lectura más débil podría provocar ventas de dólares a corto plazo, permitiendo una breve recuperación del yen. Sin embargo, sin un cambio de política en Japón, ese respiro podría ser efímero. Por ahora, la trayectoria del yen está dictada menos por los datos y más por la disonancia entre la ambición fiscal y la cautela monetaria.
Análisis técnico del USD/JPY
Al momento de escribir, el USD/JPY cotiza alrededor de 155.45, extendiendo las ganancias dentro de una zona de descubrimiento de precios mientras persiste el impulso alcista. El par se mantiene cerca de la banda superior de Bollinger, lo que indica una fuerte presión compradora pero también sugiere una posible sobreextensión.
El RSI está subiendo hacia la región de sobrecompra, reforzando el riesgo de una corrección a corto plazo o toma de beneficios. El soporte inmediato se encuentra en 152.96, seguido de 146.45, donde una ruptura podría desencadenar liquidaciones de ventas y acelerar el movimiento bajista.
Sin embargo, mientras los precios se mantengan por encima de la banda media de Bollinger y 153.00, la tendencia alcista más amplia podría permanecer intacta, respaldada por la divergencia de políticas entre la Federal Reserve y el Banco de Japón.

Conclusión clave
El problema del yen en Japón no es solo cuestión de mercados, sino de mensajes. La política fiscal expansiva choca con un banco central vacilante, dejando a los inversores inseguros sobre qué señal seguir. El resultado es una moneda bajo presión sostenida, con la intervención verbal haciendo poco para detener la caída. A menos que Tokio logre alinear el estímulo con la estabilidad, el esfuerzo del yen por mantenerse firme podría seguir siendo más simbólico que exitoso.
Las cifras de rendimiento citadas no garantizan rendimientos futuros.