Rally de Santa Claus 2025: ¿Recibirá la bolsa un regalo?

December 22, 2025
A festive winter market scene at dusk with snow-covered stalls, decorated Christmas trees, and warm lights. In the foreground, Santa Claus waves while sitting in a sleigh.

Es diciembre de 2025. La Fed acaba de recortar las tasas de interés por tercera vez, pero el S&P 500 está tambaleando. Los traders se hacen una pregunta: ¿Se cancela la fiesta navideña? 

Cada año por estas fechas, Wall Street dirige su atención a uno de los patrones estacionales más festivos —y curiosamente persistentes— del mercado: el rally de Santa Claus. Es una ventana corta, impregnada de folclore bursátil, que suele despertar optimismo justo cuando la liquidez se reduce y los inversores cierran los libros del año.

Pero con los datos económicos debilitándose y el liderazgo bursátil concentrándose, la llegada de Santa este año se siente menos segura.

¿Qué es el rally de Santa Claus?

El rally de Santa Claus se refiere a un periodo de siete días de negociación que abarca los últimos cinco días hábiles de diciembre y los dos primeros de enero. Según el Stock Trader’s Almanack, esta ventana ha entregado una ganancia promedio de alrededor del 1,2–1,3% para el S&P 500 desde 1950, un rendimiento superior al promedio de la mayoría de los meses del año.

El patrón fue identificado por primera vez en 1972 por Yale Hirsch, fundador del Almanac, y desde entonces se ha convertido en una tendencia estacional muy observada, más que en un resultado garantizado. 

En 2025, la ventana del rally de Santa Claus va desde el miércoles 24 de diciembre hasta el lunes 5 de enero.

Por qué los mercados suelen repuntar a fin de año

No hay una sola razón detrás del rally de Santa Claus, pero varias fuerzas tienden a alinearse al mismo tiempo:

  • El optimismo navideño mejora el sentimiento de los inversores
  • Las bonificaciones de fin de año fluyen hacia los mercados financieros
  • La venta por pérdidas fiscales disminuye, reduciendo la presión bajista
  • Los inversores institucionales se retiran, dejando volúmenes más ligeros
  • Las expectativas refuerzan el comportamiento, creando un efecto autocumplido

Con menor liquidez, incluso compras modestas pueden tener un impacto desproporcionadamente grande, especialmente en los principales índices.

Cuando Santa no aparece, a veces llegan los osos

El rally de Santa Claus tiene una reputación desmesurada por lo que se cree que señala cuando falla.

Un viejo dicho de Wall Street advierte:

“Si Santa Claus no llega a llamar, los osos pueden venir a Broad y Wall.”

La historia sugiere que la relación está lejos de ser perfecta. Desde 1969, ha habido 14 años en los que el S&P 500 tuvo rendimientos negativos durante la ventana de Santa. En esos casos, el mercado terminó el año siguiente a la baja solo en cuatro ocasiones, lo que convierte al indicador más en un termómetro de sentimiento que en una herramienta de pronóstico.

Aun así, el rally se ha presentado alrededor del 76% de las veces desde el año 2000, una probabilidad mucho mejor que la de un periodo de negociación de siete días al azar.

 A bar chart titled ‘S&P 500 Performance’ showing annual returns from around 2000 to 2025.
Fuente: Ynetnews.com

El contexto de este año es inusualmente mixto.

Por un lado, los datos de empleo en EE. UU. se han debilitado, lo que sugiere que el impulso económico podría estar desacelerándose. Las ganancias del mercado siguen concentradas en un puñado de acciones mega-cap, lo que aumenta el riesgo de caídas más pronunciadas si cambia el sentimiento.

Por otro lado, la Federal Reserve está firmemente en modo expansivo.

Con tres recortes de tasas ya realizados y los mercados de futuros descontando al menos dos más en 2026, las condiciones financieras se están volviendo cada vez más laxas. La historia muestra que apostar contra la Fed rara vez es una estrategia ganadora, especialmente en periodos de baja liquidez como el fin de año.

Ese viento de cola monetario podría ser suficiente para sostener un repunte de fin de año, incluso si la confianza sigue siendo frágil.

Santa es festivo, no infalible

La estacionalidad es útil, pero no es destino.

El rally de Santa Claus no se materializó en 2023 ni en 2024, y el año pasado el S&P 500 cayó durante la ventana festiva. En contraste, de 2016 a 2022, el mercado creció cada año, con ganancias superiores al 1% en varias ocasiones.

Incluso en años en que el mercado en general terminó a la baja, la ventana de Santa a menudo entregó ganancias. En los años bajistas desde 1969, el rendimiento medio del rally de Santa fue de aproximadamente 1,3%, a pesar de caídas de dos dígitos en el año completo.

En resumen, Santa puede ser poco fiable, pero históricamente ha aparecido más veces de las que ha faltado.

Un activo a vigilar: el oro

Si bien el rally de Santa Claus tradicionalmente se centra en las acciones, el oro puede ser el activo más interesante a seguir este año. Según los analistas, los recortes de tasas tienden a comprimir los rendimientos reales y debilitar el dólar estadounidense, dos condiciones que históricamente han apoyado los precios del oro. Con la Fed relajando su política y los riesgos de inflación aún presentes bajo la superficie, el contexto macroeconómico se vuelve silenciosamente más favorable para el metal amarillo.

Desde una perspectiva técnica, el oro ha mostrado resiliencia en lugar de debilidad. Los precios se han mantenido por encima de niveles clave de soporte de medio plazo a pesar de la volatilidad bursátil, lo que sugiere que las caídas siguen atrayendo compradores en lugar de provocar ventas de pánico.

Si el sentimiento de riesgo mejora hacia fin de año, el oro podría subir junto con las acciones. Si las acciones flaquean o la volatilidad aumenta, el oro podría beneficiarse de flujos defensivos. De cualquier manera, ofrece a los traders una forma de expresar la misma visión macro sin depender únicamente de la dirección del mercado de valores.

¿Recibirá Wall Street un regalo o al Grinch?

Esa sigue siendo la pregunta.

El rally de Santa Claus no es una bola de cristal y no eliminará las preocupaciones sobre el crecimiento lento, la valoración o la concentración del mercado. Pero la historia sugiere que descartarlo por completo a menudo ha resultado costoso.

Con la Fed relajando su política, la liquidez reduciéndose y el sentimiento en un delicado equilibrio, los analistas expresan que las probabilidades aún favorecen un movimiento de fin de año, aunque sea de corta duración. Ya sea que Wall Street reciba un regalo o un trozo de carbón, la ventana de Santa está abierta y el mercado observa de cerca.

Perspectiva experta: Por qué el oro podría robarle el protagonismo a Santa

Mientras los inversores en acciones debaten si Santa aparecerá, el oro puede que no necesite invitación. La política monetaria expansiva, los rendimientos reales más bajos y la incertidumbre macroeconómica persistente crean un contexto en el que el oro puede rendir bien, independientemente de si las acciones suben o retroceden. Las condiciones de liquidez de fin de año pueden amplificar aún más los movimientos del mercado, especialmente si aumenta la volatilidad del dólar estadounidense.

Para los traders, la atención sigue puesta en:

  • Zonas clave de soporte cerca de los recientes rompimientos
  • RSI manteniéndose por encima de neutral, señalando estabilidad de tendencia
  • Dirección del dólar estadounidense durante la negociación navideña de bajo volumen
  • El oro no depende del optimismo festivo: prospera en la incertidumbre.

Conclusión clave

El rally de Santa Claus es una tendencia estacional, no una promesa. Este año, su destino depende del equilibrio entre la política monetaria expansiva y la confianza frágil del mercado. Los observadores del mercado destacan que si las acciones suben, podría reforzar el impulso alcista hasta principios de enero. Si no lo hacen, activos como el oro podrían tomar el protagonismo mientras los inversores se vuelven defensivos. En cualquier caso, el fin de año se perfila menos como un periodo de optimismo ciego y más como uno de posicionamiento, selectividad y gestión del riesgo.

Perspectiva técnica del oro

El oro sigue en una fuerte tendencia alcista, con el precio cotizando cerca de la banda superior de Bollinger, lo que indica un impulso sostenido al alza pero también un mayor riesgo de consolidación a corto plazo. La expansión constante de las bandas sugiere que la volatilidad sigue apoyando la tendencia alcista general.

Por el lado bajista, los $4,035 son el primer soporte clave, seguidos por los $3,935, donde una ruptura podría desencadenar liquidaciones y una corrección más profunda. El impulso sigue elevado, con el RSI entrando en territorio de sobrecompra, lo que indica fortaleza pero también advierte que las ganancias al alza pueden desacelerarse sin una corrección.

A daily candlestick chart of XAUUSD (Gold vs US Dollar) with Bollinger Bands applied.
Fuente: Deriv MT5

Las cifras de rendimiento citadas no garantizan rendimientos futuros.

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