Una onza de plata ahora cuesta más que un barril de petróleo

December 22, 2025
A stylised illustration of an oil drilling rig with flames burning inside its structure, set against a dark background. Beside the rig lies a metallic silver bar on the ground.

El 22 de diciembre de 2025 ocurrió un hecho notable en los mercados mundiales de materias primas: una onza de plata se negoció a aproximadamente 67-68 dólares por onza troy, superando el precio de un barril de West Texas Intermediate (WTI) crude oil, que rondaba los 56-57 dólares, según los informes. 

El Brent crude, el referente internacional, se situó ligeramente más alto, en torno a 60-61 dólares, pero el mensaje principal seguía siendo el mismo: una onza del metal blanco valía más que 42 galones de oro negro.

Esta inversión no se había producido en más de cuatro décadas, siendo el último episodio comparable el auge volátil de las materias primas a finales de los años setenta y principios de los ochenta. En aquel entonces, una fiebre especulativa elevó brevemente los precios de la plata por encima de los del petróleo. Hoy, el cruce, que se logró por primera vez a principios de 2025 cuando la plata superó los 54 dólares mientras el petróleo se mantenía en el rango de 65-75 dólares, parece más estructural que especulativo. Los analistas lo califican como un "momento definitorio" de 2025, reflejando profundos cambios en la forma en que el mundo valora la energía y los materiales.

Qué impulsa el explosivo rally de la plata

La plata ha protagonizado uno de sus años más espectaculares, subiendo aproximadamente un 127-130% en lo que va de año hasta máximos históricos por encima de 67 dólares, según los datos. Esto supera la fuerte ganancia del oro (~60-65%), subrayando el papel dual único de la plata como cobertura monetaria y potencia industrial.

El rally se basa en una oferta física limitada y una demanda en auge. Los informes muestran que la producción minera mundial de plata se ha estancado, mientras que el reciclaje no puede cubrir la brecha, lo que lleva a déficits persistentes en el mercado—se proyecta un déficit de 95–149 millones de onzas solo en 2025, marcando el quinto año consecutivo de escasez. Los déficits acumulados desde 2021 ya superan los 800 millones de onzas, agotando los inventarios a mínimos de varias décadas.

El consumo industrial, que representa más del 60% de la demanda, es el verdadero acelerador. La inigualable conductividad eléctrica de la plata la hace insustituible en tecnologías verdes:

- Energía solar: Los paneles fotovoltaicos consumieron más de 200 millones de onzas en los últimos años, con una demanda en fuerte aumento a medida que se disparan las instalaciones globales. Cada panel utiliza entre 15 y 25 gramos de plata, y los ambiciosos objetivos (por ejemplo, los 700 GW de la UE para 2030) prometen un crecimiento sostenido.

- Vehículos eléctricos (EVs): Un EV típico requiere entre 25 y 50 gramos de plata—el doble que un coche tradicional—para baterías, electrónica e infraestructura de carga. Se prevé que la demanda automotriz crezca un 3-4% anual hasta 2031.

- Electrónica e IA: Los centros de datos, redes 5G y semiconductores añaden más demanda, con las necesidades energéticas impulsadas por la IA amplificando el consumo.

En otros informes, los vientos macroeconómicos han amplificado el movimiento: expectativas de recortes de tasas de la Federal Reserve (anticipando más flexibilización en medio de una inflación en descenso y un desempleo al alza hasta el 4,6%), un dólar estadounidense más débil (bajando ~8–9% en el año), y flujos de refugio seguro en medio de la incertidumbre geopolítica. La inclusión de la plata en la lista de minerales críticos de EE. UU. ha atraído el interés institucional, viéndola como una jugada estratégica en la transición energética.

Por qué el petróleo lucha por mantenerse al día

En marcado contraste, el crudo ha tenido un 2025 brutal, con el WTI cayendo un 18-20% en el año—en camino a su peor desempeño anual desde el desplome pandémico de 2020. Los precios cayeron a mínimos de casi cinco años antes de repuntar modestamente por eventos como las sanciones estadounidenses a petroleros venezolanos.

¿El culpable? El exceso crónico de oferta, según los expertos. Los productores fuera de la OPEP+ (liderados por el shale estadounidense en un récord de ~13,5–13,8 millones de bpd, con crecimiento también en Brasil y Guyana) han inundado el mercado. La OPEP+ ha ido deshaciendo gradualmente sus recortes voluntarios, añadiendo cientos de miles de barriles diarios, mientras los inventarios globales aumentan agresivamente. Los inventarios de crudo han subido considerablemente desde el verano.

El crecimiento de la demanda ha decepcionado, especialmente en China (a pesar del almacenamiento) y con debilidad en Europa/EE. UU. debido a mejoras de eficiencia y menor dinamismo económico. Las previsiones indican que los excedentes persistirán hasta 2026, con el Brent potencialmente promediando 55 dólares o menos si los inventarios siguen aumentando.

Las tensiones geopolíticas ofrecen impulsos breves, pero no han logrado revertir la tendencia bajista en un mundo bien abastecido.

Por qué importa esta inversión: Una ventana a los cambios globales

Este momento de la plata sobre el petróleo no es solo un titular curioso: es un barómetro de transformaciones más profundas.

Pone de relieve la transición energética en acción: los mercados están premiando las materias primas vinculadas a la descarbonización (solar, EVs, renovables) mientras descuentan los combustibles fósiles tradicionales. La plata, apodada el "nuevo metal de la energía", encarna el auge de la tecnología verde, mientras el petróleo lidia con narrativas de demanda máxima y abundante oferta.

Según los expertos, la fuerte compresión de la relación oro/plata (bajando a ~70:1 desde más de 100:1) indica que los operadores apuestan por el potencial industrial de la plata, junto a su atractivo monetario, en una era de políticas más laxas y vigilancia inflacionaria.

Históricamente, estos extremos evocan los picos de los años setenta y ochenta, cuando la inflación y los auges de materias primas provocaron oscilaciones salvajes. El rally actual parece más impulsado por los fundamentales, pero la historia advierte sobre la volatilidad: los movimientos parabólicos suelen preceder a correcciones bruscas.

Para los inversores, esto da un giro al guion de las materias primas: lo que antes era el "rey" (el petróleo) ahora queda rezagado frente a un metal considerado durante mucho tiempo como secundario. Las carteras orientadas a temas de transición pueden beneficiarse, pero persisten los riesgos: una desaceleración económica podría frenar la demanda industrial, mientras que la disciplina (o falta de ella) de la OPEP+ podría hacer oscilar los precios del petróleo.

Mirando al futuro: ¿Boom, caída o nueva normalidad?

La trayectoria de la plata apunta más alto si los déficits persisten y la demanda verde se acelera—algunos analistas prevén 70–75 dólares para finales de 2026. Sin embargo, los indicadores técnicos sobrecomprados y la baja liquidez típica de las fiestas invitan a correcciones.

Los precios del petróleo podrían estabilizarse si la OPEP+ reduce la producción o la demanda sorprende al alza, pero las previsiones de exceso de oferta sugieren una presión prolongada. En última instancia, el 22 de diciembre de 2025 marca más que un cruce de precios; es una señal de que la economía global se está reconfigurando en torno a la sostenibilidad, la tecnología y la resiliencia. En esta nueva era, una onza de plata podría brillar más que un barril de petróleo durante años.

Perspectivas técnicas

La plata sigue firmemente alcista, con el precio pegado a la banda superior de Bollinger Band, lo que indica un fuerte impulso alcista pero también condiciones extendidas. La pendiente pronunciada de las bandas resalta la presión compradora persistente, aunque no se descarta una consolidación a corto plazo.

Por abajo, los 57,00 dólares son el primer soporte clave, seguidos por los 50,00 y 46,93 dólares. Una ruptura por debajo de estos niveles probablemente desencadenaría liquidaciones por parte de los vendedores y un movimiento correctivo más profundo. El impulso sigue elevado, con el RSI plano y bien dentro de territorio de sobrecompra, reforzando la fortaleza pero advirtiendo que las ganancias podrían ralentizarse sin un ajuste.

A daily candlestick chart of XAGUSD (Silver vs US Dollar) with Bollinger Bands applied. 
Source: Deriv MT5

El petróleo estadounidense sigue bajo presión a corto plazo, con el precio cotizando por debajo de la zona de resistencia de 60,00–61,10 dólares y limitado por la banda superior de Bollinger Band. La estructura general sigue indicando una fase correctiva, aunque el impulso vendedor ha comenzado a desacelerarse.

Por abajo, los 55,40 dólares son el soporte clave, donde una ruptura probablemente desencadenaría liquidaciones por parte de los vendedores. El impulso intenta estabilizarse, con el RSI subiendo lentamente desde niveles de sobreventa hacia la línea media, lo que sugiere que el impulso bajista se está suavizando pero aún carece de una clara convicción alcista.

A daily candlestick chart of US Oil showing price action from late October to late December with Bollinger Bands applied. 
Source: Deriv MT5

Las cifras de rendimiento citadas no garantizan rendimientos futuros.

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